Cuando encuentro algo que amo…

Entro hasta el fondo…

Siempre he sido así, desde que era un niño.

Si bien tiene muchas ventajas…

Me ha hecho reflexionar sobre el “término medio” más de una vez…

¿Puedo comer pizza sin comermela toda?

¿Puedo trabajar Y jugar?

¿Puedo hacer algo un poco, sin hacer todo?

Recuerdo que un buen amigo mío estuvo en el bosque conmigo hace unos años y le dije…

“A veces me gustaría poder venir aquí y no trabajar”.

Dijo con su respuesta estoica normal.

“Bueno, puedes hacer eso. Sin embargo, sí lo hiciste. Y también hay veces que solo quieres trabajar. ¿Por qué no hacer ambas cosas?»

Fue una maravillosa reflexión en ese momento.

Y de vez en cuando me sigue saliendo.

¿Todas las semanas tienen que ser iguales?

¿Todas las comidas son iguales?

Cuando algo me gusta… ¿tengo que hacerlo SIEMPRE?

¿O puedo vivir en el medio?

Con el paso del tiempo…

Me he dado cuenta de que el término medio en la vida (y en los negocios) es casi

siempre la mejor ruta.

A veces conseguimos algo que nos gusta…

Un patrón… una rutina…

Y nos ponemos las anteojeras y simplemente continuamos el viaje…

Sin darnos cuenta que por no vivir en el medio..

O ver el mundo a través de un término medio…

Tendríamos mucho más equilibrio…

alineación…

y dentro de nuestro negocio mucha más armonía.

Ahora mismo… entrando en la última parte del año…

¿Dónde deseas ver más el término medio?

Y además, ¿dónde quieres vivir?

“Con todo” puede ser heroico.

Pero…

¿Quieres ser feliz, alineado, y en equilibrio…

¿O un héroe?

Nunca conocí a un héroe que fuera feliz.