Todos queremos ser vistos, escuchados, reconocidos y disfrutar de la presencia de alguien más.
Las citas son un buen ejemplo de esto.
La razón número uno por la que las personas permanecen casadas es que quieren sentirse vistas y escuchadas.
Es lo mismo con los negocios.
Cuando alguien obtiene una interacción humana, cuando hay atención al detalle…
Te quedas en la mente de esa persona desde un contexto que pagará dividendos dentro de un mes, dentro de seis meses o incluso dentro de 10 años.
Y si estás en esto a largo plazo y quieres construir una marca exitosa…
Tener conversaciones ahora te ayudará a hacer eso.
Este es el poder de la intimidad. Cuando lo aplicas correctamente, no necesitarás vender tu oferta a tus clientes nunca más.
Será la razón por la que te compren o dejen de comprar, y lo más importante… te sigan comprando.
¿Por qué?
Porque la intimidad permite que la energía fluya de un lado a otro sin esfuerzo entre tú y tu audiencia. Lo que permite que te transfieran dinero.
Por el contrario, cuando le presentas algo a alguien y te esfuerzas por venderlo…
Lo que estás haciendo es empujarlos a la cuerda sin que la hayan aceptado… Lo que te dificulta poder decir «Esto es lo que tienes que hacer»…
Y hacer que lo crean tanto a nivel intelectual como a nivel emocional.
Así que empieza a desarrollar tu intimidad con tu audiencia.
No pienses en escalar cuando aún no estás en esa posición…
-Scott
