Más que casi cualquier cosa en la que haya invertido…

Mi coche me enseñó…

Una lección muy importante.

Cuando lo compré, costaba 250.000 dólares.

¿Me lo podía permitir cuando lo compré?

Probablemente si hubiera salido 10 mil dólares para ser honesto.

Pero… poder pagarlo no fue lo que me detuvo y no fue mi lección.

¿Mi lección?

Darme permiso para tener lo que quiero.

No permitir que mi juicio interno de lo que es «inteligente» y «tonto».

Por las voces de los demás.

Tú lo quieres.

Consíguelo.

Sin necesidad de justificarlo.

Sin necesidad de ver si tiene retorno.

Sin necesidad de demostrar a los demás que es una buena experiencia.

Darte permiso para tener simplemente lo que quieres, porque lo quieres, por la razón que sea.

Es lo más difícil.

Y la lección del permiso me ha hecho ganar más dinero que cualquier otra lección, desde que compré el coche en 2020.

Porque cuando nos damos permiso.

Es darnos plena libertad.

Para construir el mundo que queremos.

-Scott